Existen determinadas situaciones o condiciones de uso que pueden alterar las prestaciones iniciales del calzado:
• Envejecimiento debido al uso, humedad y temperatura ambiental, etc.;
• Acciones mecánicas, térmicas o químicas;
• Almacenamiento, limpieza y mantenimiento inadecuados;
• Mala elección y utilización.
El usuario debería tener en cuenta, entre otros, los aspectos relativos al plazo de caducidad y vida útil, la reutilización y el mantenimiento del calzado.
Plazo de caducidad y vida útil
El plazo de caducidad es un dato aportado por el fabricante que se refiere al calzado sin utilizar, esto es, en su embalaje original y almacenado en las condiciones que específica el fabricante. La vida útil depende de las condiciones de trabajo y mantenimiento, por lo que no es un dato que pueda estimarse a priori.
Cada ejemplar debe ser examinado regularmente y cuando se observe alguna deficiencia (suela desgastada, deterioro, deformación o caña descosida, etc.) deberá ser reemplazado o arreglado, siempre que el arreglo no modifique el grado de protección ofrecido por el calzado nuevo.
Reutilización del calzado
El calzado de cuero adopta la forma del pie del usuario, por este motivo y por las evidentes razones de higiene, debería prohibirse la utilización del mismo par de calzados de cuero por más de una persona.
El calzado de goma o de materia plástica podría, en casos excepcionales, ser utilizado por más de una persona, siempre que se lleve a cabo una minuciosa limpieza y desinfección del mismo. Cuando el calzado pueda ser usado por más de una persona deberá indicarse claramente la necesidad de la desinfección.
Mantenimiento
El fabricante deberá indicar los productos de limpieza adecuados. El calzado húmedo debería almacenarse de tal manera que se permita su secado, evitando su colocación cerca de fuentes de calor.
Es imprescindible observar unas mínimas medidas de higiene, lo que debería incluir el cambio de calzado y calcetines. En casos de transpiración considerable puede ocurrir que el sudor absorbido no se elimine durante el tiempo de descanso, por lo que sería aconsejable utilizar alternativamente dos pares de calzados.
Cr.:
Publicado en la revista Seguridad Minera n° 96. Escrito por Antonia Hernández Castañeda, Licenciada en Ciencias Químicas, Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, España.